Los proyectos se hacen grandes cuando trabajas en equipo
Nuestro objetivo es poner al servicio de los demás nuestros talentos de creación de historias y de nuestra capacidad de conectar con las personas para dar a luz proyectos bonitos y auténticos.
Buscamos ayudar a los demás a ser un poco más conscientes de ellos mismos, de atreverse a serlo. Se trata de conocerse y de mostrarse sin tapujos.
La que produce
Al habla la creadora de esta productora audiovisual, que tiene como fin empoderar a las personas a expresar su autenticidad.
Soy Sheila, recientemente reconocida públicamente como Sheila María Berrio. Pamplonica de toda la vida, pero ciudadana del mundo.
Me considero positiva, empática, alegre. Creo profundamente en la honestidad y en la creatividad para sacar a relucir lo mejor que tiene cada uno en su interior.
He descubierto recientemente mi pasión por expresarme en forma de documental, y por ello actualmente me encuentro envuelta en el desarrollo de varios proyectos cinematográficos relacionados con el autoconocimiento y el uso de las nuevas tecnologías para cambiar a la sociedad.
Me involucro en proyectos que impulsen a las personas a mostrarse al mundo tal cual son. Con esto, se logrará un cambio social necesario hacia la equidad y el estar más en equilibrio con todo lo que nos rodea.
Creo en la asociación, en la colaboración, en mirar hacia dentro, en ser consciente de uno mismo, en atreverse a ser libre y mostrarse tal cual se es. Siempre desde la verdad y el amor. Porque únicamente si nos atrevemos a mirar dentro, podremos encontrar la luz que hará que iluminemos el camino de los demás.
Como la mayoría de adolescentes, me pasé mis años tontos suspirando por los Backstreet Boys, Leonardo DiCaprio, imitando a las Spice Girls y viendo muchos, muchos videoclips. Es por esta adicción a la música y a los videoclips que mi vida la concibo rodeada de historias contadas de mil formas diferentes.
Mascota de día, pasota de noche
Me habéis pillado sin pasar por la peluquería. Pero sí, esta soy yo: La Cachipera.
Nací en algún momento entre 1990 y 1995 de la mano de una navarrica. Soy optimista, nerviosa, medio elefante, medio pulpo, y a veces medio radio. Me gusta ayudar a todos los que se ponen en mis manos ofreciendo toda mi sabiduría mascotil. A veces, cuando la gente me manda historias, yo las proceso y las convierto en películas.
Como dato curioso, que sé que os gusta el cotilleo: tengo monohipo (hipo sólo una vez cuando menos te lo esperas) y soy fan de la música de Rafaella Carrá.

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guionista y creativo
No estoy acostumbrado a hablar de mí.
Y menos en serio. Llevo casi toda mi vida adulta hablando de los demás, vendiéndoles, desviviéndome por ellos, haciendo que los que anden a su alrededor les deseen. Y ahora me toca hablar de mí. Y no sé. No me sale. Lo único que sé es abrir mi corazón e invitar a los transeúntes a mirar.
¿Qué quieres saber de mí? Dímelo. No, no, sin tapujos, ahora atrévete tú. Porque yo soy de los que cuando les preguntan «Qué tal», respondo. De esto entenderás que no me gustan los protocolos, que soy directo, sincero y honesto. Que no me gusta ir con la corriente. Que no tengo miedo a mostrar cómo soy. Que apuesto por el pensamiento original y por el texto consecuente.
Pero relajémonos. No me gusta increpar a la peña. Prefiero tenerla de mi lado, porque me gustan los Ferraris. Eso, eso: si tienes un Ferrari, relájate; tú y yo podemos ser buenos amigos.
Lo que quiero decir es que todo esto que has leído no es más que pura charlatanería, un mecanismo de defensa. En realidad yo lo que busco es amor. Lo que quiero es que me quieran. Por eso uso el humor -pero no uno cualquiera, uno que juegue con los límites-.
Así que quiéreme. Te haré reír. Imaginaré para ti. Te escribiré guiones. Te pensaré. Te estrategiaré. Ámame. Y te amaré como nadie te ha amado.